Más allá de la obligatoriedad de la emisión y puesta a disposición del cliente exigida por AFIP, la factura electrónica te ofrece otras posibilidades que a la larga suman un gran beneficio a tu gestión.
La factura electrónica, por sí misma, representa al comprobante legalmente emitido por el ente regulador que lo valida. Sin embargo, más allá de su obligatoriedad te permite (tomando como ejemplo el servicio de Facturante) mejorar en creces la imagen de la organización. Te estarás preguntando por qué, así que aquí vamos a repasar:
En un principio, y como mencionamos anteriormente, más allá de una obligatoriedad se puede utilizar para fidelizar clientes. El hecho de poder personalizar los comprobantes, ingresar el logo de la empresa, y automatizar el envío de los mismos, genera una reacción positiva en el usuario en cuanto a un impacto en la identidad visual.
Además, el mejorar la facturación, influye positivamente en los demás procesos, lo que permite un mayor control sobre toda la gestión e interacción con el cliente. De esta manera, al optimizar el circuito, se ahorra tiempo y recursos, y se evitan errores e inconsistencias. Así, al reducir dichos recursos empleados en la facturación tradicional, se estará cuidado el medio ambiente, ya que se elimina el uso de papel, tinta y contaminantes implicados.
La conciencia actual por el cuidado del ambiente de las grandes (y pequeñas) firmas, se debe en gran medida a las exigencias de RSE de los usuarios o clientes, quienes están atentos a las marcas y cómo estás impactan, ya sea positiva o negativamente, en el ecosistema.
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