Actualmente la FE reemplaza a la factura tradicional, tiene el mismo valor legal para respaldar una operación de compra venta, y aporta mejores condiciones de seguridad y entrega.
Cuando la venta es a otra empresa (sobre todo si lo que vendemos es servicios), es más complejo, porque hasta que no llega la factura al cliente y la registra en su sistema, no se libera el pago. Este proceso requiere recursos (papel, tinta, personal dedicado, etc.) y luego depender del correo para que llegue.
Ahora ¿Qué pasaría si se lograra automatizar este proceso, desde la generación hasta el pago?… ¿Y ese tiempo invertido en recursos y personal, fuera asignado a tareas que hicieran crecer mis ventas? ¿No sería entonces una oportunidad de mejora en mis circuitos?
Así fue como pensamos Facturante.
Sin embargo, consideremos que a partir de Noviembre el proceso de FE será inminente según la última normativa de AFIP, quien tras haber anunciado una nueva prórroga a comienzos de este año, hará obligatorio el uso de la factura electrónica en nuestro país. De esta manera, los inscriptos en IVA deberán emitir facturas electrónicas incluyendo al Sector lácteo y Sector tabacalero, empresas de medicina prepaga, colegios privados, locadores de inmuebles rurales, galerías de arte, y dueños e intermediarios que alquilen inmuebles con fines turísticos declarados.
Esto representa un avance exponencial en el ámbito comercial de la Argentina, ya que brinda nuevas fronteras a la evolución de la facturación electrónica.
Es por esto que es importante resolverlo cuanto antes, porque puede preverse que en el mes de Noviembre estará colapsado tanto el sistema de AFIP para iniciar el trámite, como las empresas proveedoras del mismo para realizar integraciones y soporte de calidad. Además se otorgarán multas y clausuras a quienes no implementen esta herramienta.